domingo

El post obligado de inicio/fin de año...


El 2011 lo comencé en un trabajo que verdaderamente odiaba, totalmente desencantada del amor y con muchas dudas, me pintaba un año verdaderamente lleno de incertidumbre; a lo largo de estos 12 meses las cosas se fueron componiendo, cambié de trabajo a uno por mucho mejor y que en verdad disfruto, me enamoré de un hombre maravilloso lleno de contrastes que me dejó montones de lecciones de vida, perdí a una de mis mejores amigas, encontré a otra de mis mejores amigas, tuve mi primer accidente automovilístico y luego me robaron el carro, después de 10 años decidí que era tiempo de darle un receso a la música, cumplí 24 años, fui célibe todo el año, me reí mucho, lloré un chingo, perdí muchos billetes de $200.00, aprendí que es mala idea guardar los billetes en la bolsa trasera del pantalón, inicié muchos proyectos, solo terminé 2, descubrí que cuando trabajas de verdad lees menos, me volví adicta a twitter y a los zapatos, compré muchos libros, aún tengo 2 pendientes, regalé mi corazón en el cuello de una oveja, llegaron a mi muchas vaquitas de peluche, me enfermé, gracias a Dios me curé, deje de hacerle fuchi a la música de banda, rompí un corazón (en esto perdí un amigo), me rompieron el corazón, más resignada que convencida tuve que dejar ir al hombre maravilloso lleno de contrastes, me tomé muchas fotos y me compré una pijama de vaca nueva.

Este año me dejó momentos y personas que no cambiaría por nada del mundo, me perdí y me encontré varias veces en el camino, y definitivamente no puedo decir que fue un año malo, pero hoy aquí, parada sobre este primero de enero no puedo negar el alivio que me origina el ver una nueva cifra en el calendario, el pensar todas las posibilidades que me está dando Dios al dejarme arrancar una vez más esa hoja con el 31 que da paso a la del 1, no puedo negar que tengo todas mis ilusiones puestas en que este año voy a sonreír más, a bailar más, a sentir más, a amar más, a enloquecer más seguido, a disfrutar más a los que tengo cerca, a intentar acercarme más a los que tengo lejos, y que voy a seguir siendo esa mujercita que se sube a sus tacones y se siente princesa, que camina despacio bajo la lluvia, eterna enamorada de la poesía de Benedetti y las gerberas, que llora en el cine y que solo se come los panditas rojos y amarillos, que lee el final de los libros antes de empezarlos, que le teme a los puentes peatonales y que nunca deja de soñar despierta.

Estimado señor 2012: su llegada me resulta emocionante y esperanzadora, y como a mí los Reyes Magos ya no me traen nada quería ver si mis peticiones se las puedo hacer a usted; ojalá me regale un poco más de malicia (solo la necesaria, la que me hace falta); le agradecería me ayudará con aquella dificultad mía para decir que no y ojalá me regale 2 sobrecitos más de madurez (el 2011 hizo su buena camba con esto último pero aún me falta para llegar a mis 25 con dignidad).

Pd: si se te pega mi maquina de escribir Remington y mi coche te lo agradecería bastante :)

Estimado señor 2011… GRACIAS TOTALES!

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